Después de 10 años de observar y transitar diversos campos de desarrollo profesional que brinda esta carrera, opté por la resolución alternativa de conflictos… y no en forma casual. Me considero una buscadora de caminos laterales. Me trato con medicina homeopática, amo lo orgánico, y además de mi título universitario, soy instructora de yoga, lo que me sumó aportes de incalculable valor en mi tarea; en el desarrollo de los casos, podrán apreciar a qué me refiero.
Este campo me ofrece la posibilidad de tratar con las dificultades de los seres humanos, de ayudarlos a resolverlas de una manera mucho más productiva que las instancias judiciales. Intento pacificar las relaciones humanas mediante el diálogo.
Me desempeño desde el año 1997 en el Centro de Mediación de la Facultad de Derecho de la U.B.A. como Mediadora y Coordinadora Docente. Además, integro el Cuerpo de Mediadores del Centro de Mediación Comunitaria de la Defensoría del Pueblo.
Soy Mediadora Prejudicial e intervengo en mediaciones privadas. He mediado mucho: más de tres mil mediaciones efectivamente realizadas.
Asimismo, soy docente universitaria de grado en la Facultad de Derecho y en Relaciones del Trabajo de la UBA. Como docente de Posgrado, entreno Mediadores en la etapa de práctica. También capacito en forma privada y he viajado mucho por el interior de nuestro país compartiendo mis conocimientos y mi práctica como mediadora.
Creo ser docente de la práctica, y eso me lleva a querer plasmar todo el material y las vivencias que he tenido en mi profesión en este espacio. Me interesa conversar sobre estas experiencias, como en la mediación: conversar, reflexionar y, si podemos, sacar alguna conclusión.
Comparti la vida con Pancho durante 30 años. Tengo dos hijos maravillosos, Paz y Gonzalo, y una casita en San Luis, cerca de la montaña, donde cultivo mi huerta orgánica. Ese es mi contacto con la tierra, el elemento primario que me da energía para volcar...
Pero ya habrá tiempo para contarles más acerca de esto.
