Allá por el año 1995, dictamos una serie de clases voluntarias de Mediación junto con grupo de amigos que, luego de abrazar un nuevo camino profesional, quisimos difundirlo con pasión, con toda nuestra energía y con el indispensable cuidado docente.
Lo hicimos dentro del espacio del Centro de Formación Profesional e invitamos a los alumnos que cursaban el práctico a conocer el movimiento RAD, los iniciamos en el conocimiento de conceptos referentes a la problemática del conflicto, la comunicación y los métodos más conocidos, como la negociación, la mediación, la conciliación y el arbitraje. No olvidaremos aquella experiencia, los grupos eran pequeños, pero maravillosos, y allí fuimos tratando de sembrar la semilla.
Estar hoy a cargo de una Comisión de la misma materia, casi con su mismo nombre y obligatoria en la carrera de grado, parece un sueño. La experiencia de estar a cargo de esta materia, que desde ahora es obligatoria para los alumnos de la Facultad de Derecho, es una alegría, un orgullo y una responsabilidad para mí.
Y compartirla con su Coordinadora, Susana Cures, y con colegas y amigos como Juan Luce, Marili Caram y Alejandro Araux Castex es una maravilla. Compartir con Susana Velazquez, quien formara parte de aquel grupo de idealistas, la responsabilidad de esta labor docente, es un verdadero regalo, luego de 18 años de trabajo en esta especialidad, especialmente en nuestra querida Universidad de Buenos Aires, a la intento siempre devolver la formación que gratuitamente me brindó.
Del aula al blog
En esta sección, Casos y cosas en el aula, deseo plasmar las experiencias que surgen en nuestra práctica docente. Y como dicen que para muestra basta un botón, paso a relatarles un día en mi vida como profesora, para mostrarles cómo la práctica de mediación y la docencia se conectan constantemente, se retroalimentan y se enriquecen día a día.
El miércoles 31 de marzo de 2010, comencé la mañana en el Centro de Mediación de la Facultad con observadores de la comisión de la Dra. Caram. Analizamos una mediación en la que hemos estado trabajando durante 6 meses. Esto nos permitió reflexionar sobre el conflicto y realizar un análisis del mismo articulando los contenidos que damos en la Facultad con esta práctica efectiva en el Centro de Mediación. Más tarde, al visitar la comisión de la Dra. Caram, recurrí a esta experiencia para ejemplificar lo que estamos aprendiendo.
Después de mediar otro caso esa mañana, me visitó un alumno de otra comisión de la materia que me conmovió profundamente. El joven simplemente observó cómo se cerraba un caso al que no había comparecido el requerido y me hizo saber su alegría por estar cursando esta materia, la última para él. Amablemente, me comentó: “Doctora, a usted ya la conozco, he observado mediaciones cuando estaba en el práctico y saber que usted forma parte de esta Cátedra me llenó de entusiasmo. Me anoté para observarla, voy a disfrutar esta materia, me recibo con ella y es un lujo poder compartir la energía que la Dra. Cures nos contagió en la primer clase. Saber que podría observarla a usted nuevamente, después de haber visto cómo maneja los casos, me llena de alegría y voy a aprovecharla, quiero disfrutar esta oportunidad que me da la UBA.”
Retribuciones que nos da la docencia…
Ya por la noche, en mi comisión de 20 a 23 h –sólo las ganas permiten sostenernos en semejante horario!!!-, compartimos una hermosa clase donde se produjeron intercambios muy interesantes. Los alumnos toman con entusiasmo esta nueva visión del ejercicio profesional, ni mejor ni peor que otras, pero distinta. El curso les brinda nuevas herramientas y los alumnos pueden acceder a contenidos que un abogado no puede dejar de conocer. Verdaderamente estamos todos muy contentos y felices por la iniciativa. Espero que el año académico sea muy fructífero y que de la cursada surjan muchas anécdotas que pueda publicar y compartir.
04 mayo, 2010
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