> De la práctica a las palabras

Casos y Cosas de la Mediación surge de la necesidad de compartir experiencias que tienen que ver con la vida, con los sueños, con los encuentros y con el dolor de los seres humanos que se cruzan en mi trabajo profesional como mediadora.

Desde ya pido disculpas a quienes esperan encontrar rigor científico en estas páginas. El objetivo de relatar estas experiencias es otro, pero no por eso dejaré de articular los casos, siempre que sea posible, con marcos teóricos que nos sirvan para pensar los conflictos y aliviar el impacto que producen en las personas con que nos toca interactuar, siempre con la mayor seriedad y el cuidado que esta práctica requiere.


Celebro y comparto, fundamentalmente, el camino de los que eligen dejarse llevar por la sincronía, las intuiciones, el destino, los sentimientos de panza, el amor y la compasión hacia nuestros semejantes.

También quisiera, a través de este moderno espacio de difusión de ideas, universalizar la mediación, hacerla accesible e interesante no sólo para los mediadores sino para todas las personas que puedan recibir el mensaje y el potencial que encierran los casos y cosas.

La mediación como práctica social y como forma comunicacional de resolución de problemas – aquí quiero diferenciarla de la pobre práctica administrativa generada a menudo por la ley de mediación obligatoria– tiene componentes conceptuales en los que hemos profundizado los que nos desenvolvemos en esta profesión, pero la práctica contiene un universo a veces difícil de conceptualizar, sin que por ello deje de tener su propia envergadura, por esta razón decidí llamar a este blog Casos y Cosas de la Mediación. Aquí encontrará lugar todo aquel y todo aquello que esté relacionado con la práctica misma, sus particularidades, las cuestiones que vienen anexas y todo lo relativo al quehacer de los que abrazamos la práctica seriamente, sin olvidar los marcos teóricos, pero sin desmerecer tampoco aquello que aún no los tiene.

Ahí voy… con ganas de llenar este espacio de reflexiones, de momentos para compartir, con la intención de formar una red con quien quiera y pueda hacer su aporte, desde cualquier lugar del saber.

Agradezco el impulso dados por mis hijos, quienes me animaron y entusiasmaron a volcar en este formato todo lo que me hace vibrar diariamente. Ellos han sido testigos de esta pasión, que ya lleva casi 20 años.